El primer surtidor de combustible de Villacarrillo

El primer surtidor de combustible de Villacarrillo

Por Toni Pérez Fernández  

Con la aparición de los vehículos a motor, así como de otros artefactos que necesitaban combustible, a primeros del siglo XX las grandes ciudades se veían obligadas a tener combustibles en grandes cantidades, porque en pequeñas cuantías se podrían adquirir en droguerías, por ejemplo.

España no se quedaría atrás. Así pues, se aprueba el Real Decreto Ley del 28 de Junio de 1927 la Ley del Monopolio de Petróleos, y se crea la Compañía Arrendataria del Monopolio de Petróleos (CAMPSA), que comienza su trabajo el día 1 de Enero de 1928. A partir de esa fecha se comienza una red general de surtidores de gasolina por toda España, a través de agentes y donde se aprueban esas concesiones.

La primera concesión de un surtidor en Villacarrillo data del 7 de Octubre de 1928, contrato firmado en Linares y concedida a villacarrillense Pedro Claverías Hidalgo (aquí os exponemos una imagen de Pedro junto al surtidor y un extracto de ese contrato, que nos ha facilitado nuestro amigo y paisano Juan Mª Claverías).

Ese primer surtidor estuvo instaurado en la Calle Ministro Benavides, justo donde os exponemos en este plano. 

Fue una bomba-surtidor de la marca y modelo SATAM Tipo G12 de 5.000 litros de capacidad y manual, al que también llamaban como “gigante” por su altura (parecido al extraído de la web https://historiademontilla.es/la-gasolinera-una-nueva-fuente-de-negocio-en-los-anos-20/ cuyo autor es Antonio Merino Menor).

Extraído de https://historiademontilla.es/la-gasolinera-una-nueva-fuente-de-negocio-en-los-anos-20/ cuyo autor es Antonio Merino Menor

Tras el fallecimiento de Pedro Claverías en 1939, la concesión pasa a su hijo más pequeño Blas (de profesión taxista) la ocupación y el cargo del surtidor durante la Guerra Civil Española, puesto que tiene que el mayor de sus hijos tiene que ir a combate. Tras su regreso, es Sebastián Claverías Marín quien prosigue como agente de dicho surtidor hasta finales de los años 40 del siglo pasado, ya el régimen franquista le requisa la concesión a favor de otra persona declarada como mutilado de guerra, como así lo estipulaba la Ley de 22 de julio de 1939 sobre provisión de Administraciones de Loterías, Expendedurías de Tabacos y Agencias de Aparatos Surtidores de Gasolina, “por la que se adjudicaba el 25 de las vacantes de agentes de surtidores de CAMPSA a los mutilados de guerra y el resto a excombatientes, quedando expresamente prohibida la trasmisión de estas concesiones” (SÁNCHEZ FERNÁNDEZ y DEL CORO FERNÁNDEZ-LEAL, 2018). Nuestro paisano Sebastián se queda sin trabajo, a excepción de la tienda de ultramarinos que regentaba su mujer María Muñoz en la propia Calle Ministro Benavides.

En el año 1953, Sebastián Claverías logra tener la concesión del surtidor de gasoil, también manual, que en la actualidad es una Estación de Servicio situada en frente del Parque Luis Javier Benavides, en la Avenida Gómez de Llano. Y a partir de aquí es otra historia que merecerá ser contada más adelante.

Hay que imaginarse la de anécdotas que habrá en esos primeros años de surtidor en la Calle Ministro Benavides, en esa travesía en Villacarrillo donde se instalaban nuevas tecnologías para aquel momento y los primeros vehículos a motor que circulaban por nuestras calles. Por supuesto también para los vecinos de aquel primer surtidor, como por ejemplo algunas anécdotas cuentan que hubo alguna fuga en los contenedores de almacenaje de combustible e iban a los pozos de agua colindantes.

Quiero agradecer encarecidamente toda la información facilitada para este pequeño relato a Juan Mª Claverías, nieto del primer agente de CAMPSA en Villacarrillo. Sin toda esa información y fotografías, no habría sido posible documentar este pequeño retazo para la historia de nuestra localidad.

BIBLOGRAFÍA CONSULTADA

SÁNCHEZ FERNÁNDEZ, B. y DEL CORO FERNÁNDEZ-LEAL, M.M., 2018. Comercialización al por menor del combustible de automoción en España: Del monopolio al oligopolio. Economía Industrial, nº 409: 119-129.

¿Y QUÉ OCURRÍA EN OTROS LUGARES?

Ese mismo día que se firmó el contrato de instalación del primer surtidor de combustible en Villacarrillo, se firma también en Perú el acta constitucional del Partido Socialista Peruano en Barranco (Lima).